domingo, 3 de mayo de 2009

EL COLORADO


Cuando el colorado iba por la cuarta ginebra bastaba juntarse en ronda, servirle la quinta copita y abrir bien los oídos. Nunca creíamos en la veracidad del relato, pero que era interesante, era interesante.
- Los manicomios- decía el colorado- los manicomios de todo el mundo, desde los más humildes hasta los más lujosos, estan dirigidos y mantenidos por un mismo grupo.
- ¿Cuál?. Preguntábamos solo por no cortar el relato.
- Por el vaticano, viejo. Y se reía el colorado. Se reía hasta con las muelas que no tenía. Con la boca muy, muy grande.
- Piensen un poquito. ¿Que pasaría con todo el dinero, los tesoros, las grandes catedrales, los bancos, las inversiones, los sueldos, las acciones, los paquetes turísticos con foto incluida y la presión política del vaticano, si derepente cayera del cielo un enviado o dios mismo?. ¿Eh?
Un imperio gigantesco se caería en el tiempo de un parpadeo.
No más intermediarios religiosos, no mas velas, libros, aceites, donaciones, mantos, fotos, agua bendita, vinos, hojitas y ningún otro producto típico o souvenir, se terminaría todo.
Pregunta. ¿Dónde sino al manicomio iría cualquier enviado de dios?
Desde la creación del vaticano y los loqueros ¿a cuantos enviados de dios hemos matado de electroshoks o baldes de allopidol?.
Así el sistema sigue girando. Y no me vengan con los ideales morales y éticos del vaticano, por que me levanto y me voy.
¿Quién me sirve otra copita? ¿por que brindamos?Por los locos, por los cuerdo, colorado. Y levantamos nuestras copas de transparente veneno. Fin

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